La imposibilidad hasta la fecha para lograr la erradicación definitiva del brote de Covid-19 generado por una nueva cepa de coronavirus ha obligado a los casi 200 países afectados a implementar fuertes medidas en materia de seguridad sanitaria en un intento por reducir la cantidad de contagios y de brindar garantías a la población, en el marco de una pandemia sin precedentes en la época contemporánea.
La situación se ha radicalizado de tal forma, que las naciones en un primer momento optaron por la suspensión de las actividades más básicas, en un claro acto de conservar la integridad de los trabajadores de diversos ámbitos que se ven expuestos a cualquier tipo de contacto con un virus que actúa en algunos casos incluso sin mostrar síntomas, y del que aún no se tiene una vasta información como sucede en la mayoría de las enfermedades.
Un adecuado cuidado personal y mantener un estilo de vida saludable son hasta ahora las recomendación de los expertos para mantener alejado a la afección de nuestro entorno, con el uso de tapabocas al momento de entrar en contacto con el mundo exterior y el lavado de las manos de manera frecuente, cada 20 minutos durante 30 segundos, son algunas de las normas de salubridad primordiales para cortar el flujo de contacto del virus.
Los datos actuales no son muy alentadores, ya que diariamente se registra una cantidad importante de nuevos casos en todo el mundo, y según la OMS, se espera que la patología puede ser controlada y eliminada globalmente en un periodo no mayor a dos años, por lo cual, acatar las medias higiénicas es la opción más razonable a la espera de que los avances científicos logren aportar una solución definitiva a esta problemática.
La coyuntura a escala global producto de la pandemia ha tenido una reducción en la producción habitual de los mercados mundiales viéndose reflejado en una contracción importante de la economía, afectando por lo tanto, a millones de personas sin la posibilidad de trabajar y perdiendo poder adquisitivo para sostener las necesidades básicas de cada hogar.
Medidas de seguridad inflexibles contra el Covid 19
El aislamiento social si bien es una medida más que adecuada para la prevención, también trae problemas producto de la inactividad que puede resultar contraproducente tanto para las corporaciones como para sus empleados, debido a que la fuerte crisis que toda esta situación ha traído obliga a las empresas a tener que abaratar los costos de producción, y en efecto, para cumplir con esta tarea se produce una reducción de personal que afecta a un número considerable de familias.
En este ámbito, muchos sectores se han apoyado en el uso de los medios digitales para continuar de alguna manera manteniendo cierta operatividad y así evitar un colapso mayor de sus negocios, conociendo la gravedad del asunto partiendo desde el punto que no se puede dejar realizar las actividades laboras o sino estas inacción podría acarrear un crisis alimentaria posterior a la pandemia.
Sin embargo, los sectores en su totalidad no pueden hacer uso de esta herramienta, en el caso de los recintos educativos es esencial que los estudiantes asisten físicamente a las aulas para lograr la capacidad de aprendizaje adecuada, pero para llevar a cabo este paso se necesitan reforzar y garantizar la bioseguridad de todos, especialmente de los alumnos.
Para alivianar esta carga y brindar un regreso a clases en óptimas condiciones higiénicas, se ha procedido en la instalación de mamparas para pupitre a base de placas de metacrilato, una alternativa que llega justo a tiempo para permitir la reincorporación de todos los interesados a los centros de formación educativa y continuar conforme a las exigencias requeridas una instrucción adecuada para los estudiantes.
Mayor protección para los estudiantes
Las mamparas de protección son consideradas una barrera física, ya que ayuda a reducir a lo más mínimo el riego de contagio del Covid-19 y otros potenciales agentes patógenos de transmisión aérea, aumentando la seguridad y bienestar en todos los niveles del sector educativo.
Más allá de todas las ventajas que pueden tener las mamparas, su accesible precio la hace ajustable a todos sectores interesados, en el caso de los recintos educativos, al necesitar una cantidad importante de protectores reciben un descuento que permite viabilidad tanto en términos económicos como sanitarios.
Los virus como el coronavirus pertenecen a la familia del SARS-CoV-2, los cuales se propagan por vía aérea a través de micropartículas procedentes de los pulmones y expulsadas por los infectados al toser, espirar o estornudar. Contar con una barrera física como esta es la mejor manera de impedir o reducir al extremo las posibilidades de contagio.
La mayoría de las patologías que se propagan por vía aérea están compuestas por material genético que se encuentra dentro de una estructura, la cual es fácil de eliminar mediante la aplicación de detergentes o alcohol y una vez destruida, pierde su capacidad de contagio. Por lo cual, la facilidad para limpiar las mamparas las convierte en el aliado ideal para combatir la propagación del virus.