Cómo lograr la serenidad interior y encontrar la calma en un mundo caótico

La vida es un ciclo siempre cambiante de nacimiento, vida y muerte. Existimos en una serie interminable de momentos que a menudo son tormentosos, con gotas de lluvia que se convierten en inundaciones, y a veces incluso en huracanes. Pero al final, todo esto no son más que suaves gotas de lluvia que pueden calmar nuestra alma. Puede que no conviertan nuestro mundo en el Paraíso, pero al menos no crean tantos problemas. Simplemente tenemos que aprender a mantener la cabeza cuando los demás pierden la suya y no emocionarnos por todo. En esta entrada del blog, aprenderás cómo lograr la serenidad interior y encontrar la calma en un mundo caótico.

¿Qué es la serenidad interior?

La serenidad interior es la calma y la paz de la mente que proviene del interior. No se puede enseñar, aprender o adquirir. Es algo que se tiene o no se tiene. La tienes o no la tienes. Cuando la tenemos, nos sentimos tranquilos y en paz sin necesidad de intentarlo. Cuando no la tenemos, nos sentimos estresados e incluso enfadados a veces. Cómo nos sentimos es el resultado de cómo nos sentimos. Si estamos tranquilos y en paz por dentro, así es como deberíamos sentirnos también.

¿Por qué alcanzar la serenidad interior?

Hay muchas maneras de lograr la serenidad interior. Una de ellas es practicar la meditación. La meditación es un proceso de relajación que te acerca a ti mismo y te ayuda a centrarte en lo que realmente quieres que ocurra en la vida. Cuando somos más conscientes de nuestras necesidades y deseos, podemos crear la vida que queremos. Otra forma de lograr la serenidad interior es encontrar un momento de tranquilidad cada día y leer un libro. Puedes elegir cualquier cosa que te resulte calmante y positiva. Muchas personas encuentran útil una combinación de lectura y meditación. Otra forma de alcanzar la serenidad interior es fijarse objetivos y alcanzarlos. Todos tenemos tendencia a procrastinar, así que establecer plazos y pasar a la acción puede ayudarnos a conseguir nuestros objetivos.

Técnicas probadas para alcanzar la serenidad interior

Hay muchas técnicas que pueden ayudarle a relajarse y calmarse. Una de ellas es pensar en algo que te da miedo o de lo que quieres deshacerte. Por ejemplo, puedes pensar en el avión y en cómo quieres deshacerte de él. A continuación, puedes visualizar el avión haciéndose cada vez más pequeño y, finalmente, desapareciendo. Este tipo de técnica de visualización puede ayudarte a relajarte, especialmente si tienes prisa por algún motivo (por ejemplo, si quieres salir al día siguiente). Respirar profundamente es otra forma de calmar la mente. Puedes inspirar durante cinco segundos y espirar durante otros cinco. Se dice que este ejercicio aumenta el flujo de sangre al cerebro y ayuda a la función cognitiva.

Encuentra un tiempo de tranquilidad cada día para pensar en las cosas.

Esto es lo más importante que puede hacer para lograr la serenidad interior. Aunque creas que lo tienes controlado, siempre habrá momentos en los que sientas que algo no va bien en el mundo que te rodea. Puede que incluso experimentes una repentina necesidad de escapar de algo o de alguien que te molesta. Esto es normal y se llama respuesta al estrés. La respuesta al estrés está pensada para protegernos del peligro. Nos hace sentir alertas, concentrados y protectores. A veces, cuando estamos bajo estrés, también nos sentimos enfadados o frustrados. Es importante reconocer estos sentimientos y tratar de lidiar con ellos en lugar de enfadarse por ellos.

Conclusión

En esta entrada del blog, has aprendido cómo lograr la serenidad interior y encontrar la calma en un mundo caótico. Es importante que te entiendas mejor a ti mismo para que puedas identificar las causas de tu estrés y calmarte antes de que sea demasiado tarde. Cuando estamos tranquilos, estamos en un estado mental pacífico y tenemos la energía para crear la vida que queremos. Cuando la vida es caótica, tenemos la energía necesaria para calmarnos y reflexionar sobre lo sucedido para poder aprender de nuestros errores.

Deja una respuesta