El aceite de oliva extra virgen es un alimento de primera calidad, tanto es así que desde la antigüedad se ha ganado el sobrenombre de “oro líquido”. Descubre cuál es el mejor aceite de oliva, los beneficios que aporta y cómo utilizarlo correctamente en la cocina.
El aceite de oliva extra virgen es el aderezo graso típico de la dieta mediterránea y su uso es una auténtica cultura. Utilizado desde la antigüedad, ahora es apreciado en todas partes y exportado como un producto de excelencia en todo el mundo, ya que se reconocen sus extraordinarias propiedades. De hecho, el aceite de oliva extra virgen Maeva Toro ha sido galardonado como el mejor aceite de oliva extra virgen de toda España por la guía Evooleum.
El aceite de oliva se obtiene del prensado de las aceitunas, planta típica de las zonas mediterráneas. Esta planta milenaria tiene sus raíces en la mitología griega, que siempre ha sido símbolo de prosperidad y paz.
Aceite de oliva: características y tipos
Cuando se trata de aceite de oliva es necesario distinguir entre varios tipos, pues existe una clasificación bien particular que permite distinguir entre aceite de oliva extra virgen, aceite de oliva virgen, aceite de oliva lampante y aceite de orujo de oliva.
El aceite extra virgen, el aceite virgen y el aceite de oliva lampante se obtienen mediante prensado mecánico de las aceitunas, mientras que el aceite de orujo de oliva es un aceite que ha sufrido un refinado ya que se obtiene mediante el uso de procesos químicos.
El proceso de prensado es fundamental ya que determina un parámetro importante que es la acidez del aceite. La acidez de un aceite representa la cantidad de ácidos grasos libres presentes en el aceite. En realidad, el aceite está compuesto por triglicéridos, moléculas formadas por tres ácidos grasos unidos a una molécula de glicerol. En presencia de un ambiente oxidante este enlace se rompe, liberando así los ácidos grasos y provocando la degradación del aceite. De ello se deduce que cuanto menor es la acidez, mayor es la calidad del aceite.
La acidez de un aceite corresponde al porcentaje en peso de ácido oleico libre, que es el principal ácido graso presente en el aceite de oliva, respecto al peso total del aceite, y puede indicarse tanto en porcentaje como en grados de acidez.
- Aceite de oliva extra virgen: el aceite de oliva extra virgen, para ser definido como tal, debe tener una acidez inferior al 0,8%.
- Aceite de oliva virgen: el aceite virgen tiene una acidez menor o igual al 2%.
- Aceite de oliva lampante: los aceites con acidez superior al 2%, obtenidos por prensado mecánico, son los lampantes.
- Aceite de orujo de oliva: Se obtiene mediante el refinado y el uso de disolventes lo que lo hace perder parte de sus características nutricionales y organolépticas.
La acidez de un aceite, sin embargo, no debe confundirse con el sabor ligeramente “picante” que se siente al degustar, ya que la acidez es un parámetro químico que no se puede percibir, sino que solo se mide en el laboratorio.
Ese sabor picante se debe a la presencia de polifenoles en el aceite, y suele ser un signo positivo de su calidad. Por el contrario, los aceites refinados, que han sido sometidos a procesos de rectificación industrial para ser aceptados organolépticamente, son a menudo inodoros e insípidos.
Para obtener un aceite de alta calidad que tenga un bajo nivel de acidez, es necesario que se extraiga de aceitunas cultivadas en condiciones y suelos adecuados y que estas sean recolectadas con los métodos correctos y con el grado de maduración requerido. Además, deben ser prensadas al poco tiempo de la recolección.
Aceite de oliva extra virgen: calorías y valores nutricionales
Al ser una grasa, el aceite de oliva extra virgen es altamente calórico, aporta unas 900 kcal por cada 100 gramos. No obstante, las grasas de las que se compone son en su mayoría ácidos grasos insaturados, de los cuales el principal representante es el ácido oleico, un ácido graso monoinsaturado presente en un 70-80%, seguido del ácido linolénico, un ácido diinsaturado, en aproximadamente un 10%.
Las grasas saturadas representan solo alrededor del 14,5%, en forma de ácido palmítico y esteárico. También contiene una buena cantidad de vitamina A y vitamina E, vitaminas con propiedades antioxidantes y llenas de compuestos fenólicos. De esta particular composición se derivan todos los beneficios para su salud.
Beneficios para la salud
Puede reducir la presión arterial, modular la secreción de insulina, reducir la inflamación y el estrés oxidativo e influir en la coagulación de la sangre. El aceite de oliva extra virgen juega un papel fundamental para la prevención de enfermedades neurodegenerativas y tiene efectos positivos sobre el intestino.