En los cerdos, la mordedura de cola es un comportamiento anómalo de difícil manejo, con graves consecuencias para la salud animal (heridas graves, abscesos, piemia). La legislación comunitaria exige que la caudofagia se limite tanto como sea posible. En cualquier caso, antes de llevar a cabo esta intervención, se deben tomar todas las precauciones necesarias para evitar que los animales se lesionen, como por ejemplo, garantizar más espacios y una cantidad adecuada de enriquecimientos ambientales.
A pesar de ello, como también ocurre en otros Estados miembros, en Europa la caudofagia, realizada pocos días después del nacimiento sin anestesia ni analgesia, es la medida preventiva más utilizada. Lea más sobre prevención caudofagia El Cierre Digital.
Estudios científicos previos han identificado varios factores, comúnmente presentes en la realidad de la agricultura intensiva, que pueden favorecer la aparición y agravamiento de este comportamiento anómalo:
- Alta densidad de población.
- Piso completamente enrejado.
- Problemas de salud concomitantes.
La investigación
El objetivo del estudio IZSVe, publicado en la revista Livestock Science, fue evaluar la posibilidad de criar al cerdo no caudectomizado en presencia de todos estos factores de riesgo.
Los resultados confirman la ausencia de un deterioro generalizado del bienestar asociado con la mordedura de la cola en sujetos no caudectomizados. De hecho, tanto en la fase de destete como en la de finalización, los grupos con y sin cola no mostraron diferencias significativas en relación a parámetros hematobioquímicos, conflictos, comportamiento de mordedura de orejas y cola, lesiones en las orejas y parte trasera de los animales.
Sin embargo, al final de la fase de destete, se registró un único episodio de mordedura en un corral de machos. Además, en la fase final, los sujetos no sometidos a la caudogafia mostraron una mayor prevalencia de lesiones menores de la cola (no obstante, las lesiones también se observaron en sujetos caudectomizados), pero una menor frecuencia.
Medidas de control
Las medidas de control más habituales tras la aparición del problema son la retirada del grupo del sujeto que muerde, el traslado de los cerdos con lesiones hemorrágicas que potencialmente representan una atracción para todos los demás animales, y la inclusión en un entorno más estimulante, con materiales que actúan como una distracción para los sujetos que redirigen su interés hacia las colas de sus compañeros.
Por otro lado, estudios recientes están evaluando la identificación de señales predictivas que podrían dar la posibilidad de intervenir en el grupo antes de la aparición del fenómeno real, permitiendo su prevención.
Enriquecimiento ambiental
La investigación sobre la contribución del enriquecimiento ambiental se ha centrado en las razones por las que el enriquecimiento es importante y por qué se deben satisfacer las necesidades exploratorias de los cerdos.
El enriquecimiento efectivo debe reducir la incidencia de conductas anormales y, en cambio, aumentar la búsqueda de comida, el juego y la interacción social positiva que forman parte del repertorio de comportamiento normal del animal.
Muchos estudios indican que la ingesta de paja estimula el comportamiento exploratorio y reduce los comportamientos negativos dirigidos a los compañeros de corral. Cuanta más paja hay disponible, mayor será el comportamiento exploratorio.
Las camas de paja son el método más eficaz para reducir el riesgo de morderse la cola, pero no siempre está disponible o es compatible con los sistemas comerciales en uso. En consecuencia, deben buscarse otras alternativas.
Existe un acuerdo casi general de que los enriquecimientos ambientales deberían:
- Ser un complejo, modificable e higiénico (los cerdos no se posan entre objetos deteriorados en el suelo, es mejor usar objetos suspendidos en el aire).
- Ser destructibles (pero no demasiado, de lo contrario se rompen demasiado rápido y deberá prestar atención al riesgo de que los cerdos ingieran materiales plásticos o terminen en su sistema.
- Ser manipulables (esto fomenta la masticación, el enraizamiento y el comportamiento exploratorio.
- Ser comestible (es decir, no tóxicos) y con un cierto valor nutricional, si es posible, y con la capacidad de llenado intestinal.
- Contener partes comestibles distribuidas de forma aleatoria.
Desafortunadamente, el control de la mordedura de la cola es un desafío y sigue siendo un problema difícil de manejar a pesar de que sus características se han estudiado durante algún tiempo.
Por una parte, el papel clave del enriquecimiento ambiental en la reducción del riesgo del fenómeno parece confirmarse incluso en los casos en que los motivos desencadenantes son diferentes, lo que representa un sistema de amortiguación eficaz a la espera de intervenir de manera más radical sobre los factores de riesgo reales.
En conclusión
La caudofagia se puede reducir, pues es una operación considerada como una fuente de dolor para todos los sujetos de la granja. Además, puede favorecer la aparición de conductas anormales dirigidas a otras partes del cuerpo distintas de la cola, por ejemplo, el abdomen y orejas.