Establecer buenos límites personales es fundamental para crear relaciones saludables, aumentar la autoestima y reducir el estrés, la ansiedad y la depresión. Los límites protegen su yo personal al establecer una línea clara entre lo que es y lo que no es. La falta de límites abre la puerta para que otros determinen sus pensamientos, sentimientos y necesidades. Definir límites es un proceso para establecer qué comportamientos aceptará de los demás y cuáles no.
Los límites incluyen tanto los límites físicos, como los límites emocionales. Los límites físicos se tratan de tu cuerpo, espacio personal y privacidad. Las infracciones son: Permanecer demasiado cerca, tocarse de manera inapropiada, o hasta mirar sus archivos personales o su teléfono. Los límites emocionales implican separar tus sentimientos de los sentimientos de los demás. Las violaciones se resumen a: Asumir la responsabilidad de los sentimientos de otra persona, dejar que los sentimientos de otra persona dicten los suyos, sacrificar sus propias necesidades para complacer a otro, culpar a los demás por sus problemas y aceptar la responsabilidad de los suyos. Los límites estrictos protegen su autoestima y su identidad como individuo con derecho a tomar sus propias decisiones.
Los límites son su propio campo de fuerza invisible y usted está a cargo de protegerlo. Por importante que esto pueda parecer, la mayoría de nosotros tenemos dificultades para establecer límites saludables de manera constante. A veces es difícil identificar cuándo se cruzan nuestros límites. De hecho, podemos temer a las consecuencias de nuestras relaciones si los establecemos.
Para identificar cuándo se cruzan sus límites, esté atento a sus sentimientos. Las señales de alerta suelen ser: Malestar, resentimiento, estrés, ansiedad, culpa y miedo. Estos sentimientos provienen de sentirse aprovechado o no sentirse apreciado. Piense en las personas que lo rodean. ¿Suenan ciertas las siguientes afirmaciones? “No puedo tomar mis propias decisiones, no puedo pedir lo que necesito, no puedo decir que no, me siento criticado, me siento responsable de sus sentimientos, parezco asumir sus estados de ánimo, y a menudo estoy nervioso, ansioso o resentido con ellos”.
Los límites poco saludables a menudo se caracterizan por un sentido débil de su propia identidad y sus propios sentimientos de inseguridad en la toma de decisiones en su propia vida. Esto te lleva por el camino de confiar en tu pareja para la felicidad y las responsabilidades de toma de decisiones, perdiendo así partes importantes de tu propia identidad. La incapacidad para establecer límites también se debe al miedo; miedo al abandono o pérdida de la relación, miedo a ser juzgado o miedo a herir los sentimientos de los demás.
Límites en una relación
Nuestras lecciones sobre los límites comienzan temprano en nuestras vidas, primero en nuestras familias y luego en nuestros grupos de compañeros. Estos primeros límites se internalizan como nuestra forma de afirmar nuestras propias necesidades y deseos, así como de asumir la responsabilidad de las necesidades y deseos de los demás. Cuán cómodos nos sentimos defendiéndonos a nosotros mismos, verbalizando nuestros sentimientos y expresando nuestras necesidades comienza muy temprano en nuestro desarrollo.
Los pasos para construir mejores límites comienzan con conocer y comprender cuáles son sus propios límites. Quién soy, de qué soy responsable y de qué no soy responsable. Soy responsable de mi felicidad, mi comportamiento, mis elecciones, mis sentimientos. No soy responsable de la felicidad de los demás, los comportamientos de los demás, las elecciones de los demás y los sentimientos de los demás.
Límites emocionales y trampas de límites
Los límites emocionales caen en las categorías de tiempo, emociones, energía y valores. Sea consciente de las trampas de los límites en las relaciones. Los siguientes escenarios pueden parecer familiares. Empiece por reconocer en qué trampas de límites suele caer.
- No soy nadie si no estoy en una relación. Mi identidad proviene de mi pareja y haré cualquier cosa para hacer feliz a esta persona.
- Esto es mejor que la última relación que tuve.
- Paso todo mi tiempo involucrado en los objetivos y actividades de mi pareja. Simplemente no queda tiempo suficiente para hacer lo que quiero hacer.
- Mi pareja estaría perdido/a sin mí.
- Si le doy más tiempo, la relación mejorará.
- La mayoría de las veces la relación es genial…Bueno, de vez en cuando lo es y eso es suficiente para mí.
Establecer límites emocionales
Comprométase consigo mismo a poner su propia identidad, necesidades, sentimientos y metas en primer lugar. Los límites emocionales saludables provienen de creer que estás bien tal como eres. Comprométete a dejar de arreglar a los demás, asumir la responsabilidad de los resultados de las decisiones de los demás, salvar o rescatar a otros, necesitar ser necesitado, cambiarte para agradar a los demás o depender de la aprobación de los demás. Si no lo hace, ni siquiera el amarre de amor más fuerte podrá mantener sus relaciones saludables.