Astrología: que información se puede obtener con la carta astral

Una de las preguntas que a menudo surge en Astrología, fuera del dominio de la compatibilidad de pareja o el de pronosticar el clima, es si una carta astral permite ver si un individuo está – o estará – estropeado o no en el plan. durante su vida.

Las desigualdades parecen considerables, tanto entre pueblos que tienen más o menos recursos para incluso alimentar a su población, como también entre personas de un mismo país. El tema es muy amplio y es imposible trazar un método infalible y general, pero es posible, sin embargo, intentar dar algunas indicaciones concretas y útiles.

¿Qué información podemos obtener de una carta para encontrar signos de riqueza?

El dominante

La primera respuesta pasa primero por el hecho de determinar si la persona está realmente preocupada o no por la pregunta: más allá de las características detalladas del tema, un análisis global ya permite identificar lo que se llama el “dominante”. Esta pregunta del dominante ha hecho que fluya mucha tinta, y es interesante decir algunas palabras al respecto:

En el gráfico anterior, las diferentes tipologías humanas puras se presentan en caricaturas con el símbolo del planeta correspondiente, desglosado en elementos, principios caliente / frío / seco / húmedo y características psicológicas básicas biliosas / linfáticas / nerviosas / sanguíneas.

Todos pertenecemos a varias tipologías mixtas, que constituyen tantos casos diferentes. Podrás conocer más de estos temas gracias al asesoramiento esotérico de Alicia Collado.

Generalmente hablamos del planeta dominante más que del signo dominante

También a menudo términos como, por ejemplo, un “Marte-Mercurio dominante sobre fondo Escorpio”; esto significa en este caso de ejemplo que para el sujeto, las características de Marte (combatividad, coraje, acción pero también el peligro de arrebato de ira, etc.) y de Mercurio será preponderante, en el contexto de las aportaciones del signo de Escorpio que se valoran: deseo de provocar, de controlar a distancia, aguante, obstinación, intransigencia, etc.

Así, incluso antes de estudiar aspectos relacionados con un campo en particular como las finanzas, el matrimonio, la salud, etc. está claro que dependiendo de la naturaleza profunda del tema, algunas preguntas serán mucho menos actuales que otras: tomemos por ejemplo algunos casos puros para simplificar.

Un saturnino es, por ejemplo, el prototipo mismo del individuo que por su desapego y su naturaleza estará bastante lejos de las contingencias materiales y financieras. Al estar menos interesado que otros en este aspecto, es inevitablemente poco probable que se convierta en uno de los multimillonarios del planeta. Improbable pero no imposible, y si es así, será a pesar y no debido a esta característica de Saturno. Saturno siendo de naturaleza seca y dura, expresando un proceso de contracción y concentración, de objetivo a largo plazo,

¿Podemos decir que hay compatibilidad con el “dinero fácil”?

Un mercuriano difícilmente se preocupará por su bienestar material o su cuenta bancaria: mientras satisfaga constantemente su escape del aburrimiento y la curiosidad, será feliz.

Un lunar, vegetativo y linfático, que aspire al confort físico y la seguridad emocional, tendrá poca motivación para agotarse con el fin de acumular una gran fortuna.

Un venusino, en cambio, es otra cosa

Venus es el planeta del deseo, activa la sed de agradar, de bienestar; está en analogía con el signo posesivo de Tauro, él mismo en analogía con la segunda casa, la del dinero que ganamos por nosotros mismos y los bienes materiales.

Así, un venusiano se verá impulsado naturalmente a obtener, a menudo por su encanto, la riqueza necesaria para la satisfacción de su bienestar y, especialmente, medios indirectos, desde su punto de vista, para agradar.

Vivir en una casa hermosa, con muebles hermosos, codearse con el lujo con la mayor frecuencia posible: el venusiano tiene esto en la sangre, y si el resto del tema lo confirma, el dinero llegará porque el sujeto venusino se sentirá preocupado por él. .

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