En la red es posible encontrar una gran cantidad de información sobre botox, sin embargo, no todas son ciertas, por lo cual, puedes estarte informando mal sobre este tipo de tratamiento. Es por ello que, en el día de hoy, hemos querido preparar una pequeña lista con 7 cosas que debes tener en consideración si estás interesado en iniciar un tratamiento con Botox para mejorar la apariencia de tu rostro.
Cosas acerca del Botox que debes conocer
1. El Botox entrena sus músculos
Después de usar el Botox continuamente durante años, sus músculos se entrenarán para no hacer expresiones que formen arrugas tan agresivamente. Cuando una persona utiliza Botox durante un tiempo, es normal que se termine por acostumbrar a tener una poca movilidad, lo cual va a ayudar a que no se formen líneas de expresión con el paso del tiempo. Así que, es sumamente importante
2. El Botox debilita los músculos
Si usted no moviera las piernas durante 20 años, con el tiempo esos músculos se encogerían y se debilitarían bastante. Lo mismo puede ocurrir con los músculos de la cara: Si utilizas Botox durante largos periodos de tiempo es normal que pueda llegar a ocurrir que los músculos terminen por atrofiarse debido a la falta de movilidad. Eso no quiere decir que toda la cara se atrofie. Como el Botox se inyecta en lugares concretos de la cara, con el tiempo sólo se atrofiarán los músculos tratados, dejando que otros músculos mantengan todo su volumen.
3. El Botox puede hacer que la piel sea visiblemente más delgada
Algunos pacientes se quejan de un adelgazamiento visible de la piel tras muchos años de uso de Botox. Esto podría significar la exposición de las venas subdérmicas entre las zonas de grosor normal. Esto no es algo que ocurra con frecuencia, sin embargo, puede ocurrir, especialmente en aquellas personas que empieza a utilizar el Botox más pronto.
4. El Botox puede provocar una leve decoloración o textura
A raíz del posible adelgazamiento de la piel, algunos pacientes notan una ondulación visible de la piel que recubre los músculos tratados, así como decoloración. Este es un caso muy poco común, pero que puede llegar a ocurrir en algunos casos. Sin embargo, lo cierto es que no deja de ser algo poco probable de ocurrir.
Por suerte, este efecto secundario se puede prevenir y esto es tan simple como cambiar el patrón de inyección para administrar cantidades más pequeñas de toxina en una distribución más uniforme para conseguir un efecto idéntico sin este problema, o dejando de aplicar la toxina durante un periodo prolongado.
5. Es posible que se necesite menos Botox con el tiempo
El uso de Botox durante años puede significar que, con el tiempo, necesitará cada vez menos para el mantenimiento. Con una buena frecuencia de aplicación es muy probable que tus músculos terminen por volverse más fueres, lo que a su vez va a contribuir a que necesites una menor cantidad de Botox o con una frecuencia mucho menor. Cuando tus músculos están ‘entrenados’ para no moverse, esto ayuda con el proceso de envejecimiento y a prevenir las arrugas.
6. Los efectos durarán después de dejar de usarlo
Algunas personas suelen tener miedo de que al dejar de utilizar Botox su rostro va a terminar por arrugarse de una forma “dramática”. Si decide no continuar, el hecho de que esos músculos permanezcan fuera de uso mientras el Botox está activo puede retrasar el proceso de envejecimiento; reduce el movimiento cuando se inyecta, retrasando la formación de arrugas. Es decir, su piel no de va arrugar de forma inmediata ni va a desarrollar líneas de expresión de un día para otro para poder compensar el tiempo perdido.
7. El Botox a largo plazo reduce en gran medida la aparición de arrugas
Aparte de lo que pueda ocurrir tras el uso a largo plazo del Botox, una cosa es segura: Si te pones Botox de forma continuada durante más de 10 años, seguro que tendrás un aspecto mucho más joven y menos arrugas. Es muy probable que la piel va a conseguir un aspecto mucho más suave y unas líneas mucho más finas, haciendo que las arrugas profundas sean algo del pasado.